escucho el eco del silencio en mi corazón...
y la melodía de una canción que no conozco...
pero que al imaginar tu boca sombre mi ombligo
hace sublime el momento.
Lentamente te sumerges en mi interior
bañándome de tu cálido y tibio aroma...
Repentinamente la razón me recuerda que es hora de dormir,
no de soñar....
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