Recuerdo tus manos cálidas
llenándome de dulzura,
acariciando mi corazón como
suave terciopelo...
Universo etéreo que ahora vive
en mi piel,
marca indeleble del deseo más puro,
manantial que baño mi pecho
limpiando el temor de la soledad...
primavera que floreció en mi vientre...
amor doliente que me condenó al adiós....
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